Este verano ha sido raro, diferente, sin poder llevar a cabo los planes que teníamos de ir a Eurodisney, porque papá encontró un trabajo para todo el verano en un supermercado, con unos horarios de lunes a sábado, que cambiaban cada semana y con los que no podíamos planificar nada, pero viendo el lado bueno, al menos, hemos hecho "hucha" y este invierno la cuenta del banco estará un poco menos triste.
De todas maneras, hemos aprovechado a tope el verano, todas las tardes a la piscina y los fines de semana aunque papá trabajaba todos los sábados, generalmente por la tarde, los domingo hemos ido a la playita, a un parque acuático con toboganes, al Acuario de Gijón, a la casa de la primita, ...
Mis hijos han disfrutado en la casa de la primita de juegos, piscina, concurso de disfraces...no sé cómo, acabé haciendo un disfraz de móvil para mi niño con una caja de cartón, pintando con témperas y con un bote de betún... ¡ver para creer! - para la niña no tuve que esforzarme tanto, ella con su disfraz de princesa, su trenza y sus zapatos de tacón, no necesita más para ser feliz.
Ha sido un verano en el que mi niño se ha quedado varios días en casa de su prima y mi niña ya nada con sus manguitos sin depender de nosotros y disfrutando de la piscina grande, incluso fue capaz de salir airosa una vez que su hermano la empujó a la piscina grande, mientras yo hinchaba los manguitos y supo sacar la cabeza incluso antes del medio segundo que tardó el padrino en tirarse a rescartarla.
Mis vacaciones se nos pasaron muy rápido, como siempre, no me ha dado tiempo a ordenar todo lo que había anotado en mi lista, pero bueno, lo principal, los armarios de mis hijos, ropa y libros, está perfectamente, a ver si puedo alguna mañana de sábado ponerme con mi armario y aún me queda recoger todo lo de la piscina, toallas, bañadores, juguetes...
El curso no ha podido comenzar mejor, mis hijos repiten tutor, mi niña en 3º de Infantil y mi niño en 5º de Primaria. La tutora de mi hija ya me lo había comentado en la reunión de final de curso, pero no sabíamos si el tutor de mi hijo, que se incorporó en el último trimestre, tras la jubilación de la tutora, seguiría con ellos o no.
El primer día de cole lo había pedido de vacaciones, no sabíamos el horario que tendría papá y no quería tener que dejarlos deprisa y corriendo, al final, pudimos ir todos juntos y fue genial acompañarlos, saludar a sus compañeros, los abrazos de mi hija con sus amigas, mi hijo encantado con su pandilla. Mi niña me dió un beso y me abrazó cuando su fila comenzó a entrar, luego cogió a su amiga de la mano y entró tan feliz. Mi niño me había dado un beso al entrar y se fue corriendo a su fila a ver que amigos habían llegado ya, cuando su hermana entró, pasamos a su lado, uno de sus mejores amigos estaba al final de la fila, solo, no había visto a los demás, me acerqué y le indiqué donde estaba el resto de la pandilla, mi hijo pensaba que quería darle un beso y me dijo un rápido "mamá, pírate", parecerá una contradicción, pero a mí me sonó a música celestial, que diferente a otros años, cuando mi hijo no estaba seguro, no tenía amigos y me pedía por favor que lo acompañara y me quedara a su lado.
Mi marido y yo nos fuimos, solos, tranquilos, a aprovechar la mañana haciendo compras y recados, sintiéndonos raros al estar sin ellos. Deseando que llegara la hora de ir a buscarles y escuchar las novedades de profesores, amigos, con quien se habían sentado...