Pasados por agua, pero pasándolo de maravilla

Hace una semana todo hacía presagiar unos, cuando menos, aburridos días de Semana Santa, encerrados en casa de mis suegros por la lluvia. Pero una es mujer de recursos e Internet es una maravilla, así que empecé a buscar planes alternativos y empezaron a surgir cosas para hacer con el peque fuera de casa pero resguardados de la lluvia.

Estos son los sitios que visitamos y disfrutamos en familia:

En Poyales del Hoyo, muy cerca de Arenas de San Pedro (Avila) Gigantea, Museo de juguete aquí explican, siempre orientado al público infantil la historia del juguete, como con cualquier cosa se puede hacer un juguete y los materiales empleados para su fabricación en las distintas épocas. Los padres recordamos gratos momentos de nuestra infancia con juguetes que tuvimos. Ellos se dedican también al cartón-piedra y regalaron a los niños una figura, un sol precioso en nuestro caso, para que el peque lo pintara y decorase a su gusto. 

 Otro museo de juguetes, en Candeleda, el pueblo de al lado, en este caso orientado principalmente al Juguete de Hojalata nuestro peque lo pasó en grande montándose en todos los coches que tenían expuestos, en la foto podéis ver el que más le gustó, por supuesto el camión de bomberos. Hay que darle un 10 para los dueños, él era un encanto y trató de hacerle la visita lo más amena posible al niño, ya que todo el grupo era de adultos y no muy educados por cierto, todos querían pasar a la vez, se arremolinaban en torno a las vitrinas y no dejaban ver nada a nuestro hijo, en fin, gente maleducada hay en todas partes, ¡qué se le va a hacer! Y su mujer, hasta nos reservó mesa para comer en un restaurante con menú infantil, la verdad es que alucinamos, el peque jamás se había comido un plato de arroz a la cubana ("con mucho tomate, mamá") tan enorme y en tan poco tiempo, fue una delicia de comida y a un precio muy asequible, lo siento, pero no recuerdo el nombre del sitio, es lo que allí llaman un "kiosko" o sea, un restaurante orientado al verano, al lado del río y de un parque precioso, pero que con la lluvia no pudimos disfrutar.

Por la tarde, volvimos a Poyales del Hoyo, a saber más de La vida de las abejas, interesante y educativo, quizá para niños un poco mayores, con 4 años, se le hizo un poco largo.

Otro día fuimos a Las cuevas del águila con la linterna del yayo, ¡por supuesto! hasta que se acabaron las pilas, porque claro, no hay pilas que resistan una tarde entera el ritmo de mi peque.

Y el domingo, mi suegra preparó chocolate, mi suegro trajo churros, se encargaron ellos de dar el desayuno al peque y yo me levanté cual marquesa, a desayuno puesto, parece que no hay nada como quejarse, para que las cosas mejoren :-D además por fin, dejó de llover y pudimos disfrutar del nuevo parque que han hecho cerca de su casa, comida tranquila en un restaurante y viaje de vuelta a casita.

A ver que tal se nos da la semana.