Después de sobrevivir a la semana sin poder hablar y casi sin poder comer, con mi garganta malita, llegó el finde, esta vez empezaba en viernes, como la graduación de mi niño en el cole era a las 10h. no me había quedado más remedio que pedirme el día de vacaciones, con lo mal que me sienta tener que pedir un viernes, que sólo trabajo por la mañana...en fin, todo sea por lo feliz que estaba mi niño.
Las mamás en manada habían previsto tomarse un café al dejar a los niños a las 9, hasta la hora de volver al cole, mal empezaba el tema, yo no estaba por la labor, afortunadamente me salió un plan alternativo, la mamá del amiguísimo de mi hijo me invitó a tomar café a su casa, así que la mañana empezó bien, cotorrear con ella es como hacerlo con una vieja amiga, pero con el aliciente de que como nos acabamos de conocer...hay mucho de lo que ponernos al día :-)
La graduación fue lo que se esperaba, los niños cantando, bailando, recitando y los papás tratando de hacer fotos a los retoños, después había un pica-pica en el que casi muero de vergüenza ajena, por dios como comía el personal...a dos carrillos, como si no hubieran comido en un par de días.
Luego tocaba que los niños recitaran la poesía a la profe y la entrega de los regalitos, las mamás en manada nos organizaron a niños y grandes y empezó el festival de lloros, yo debo de ser de piedra, entiendo que la profe se emocionara, entre la poesía, el libro con un dibujo de cada niño, una muñeca fofucha (que cuando lo dijeron en el whasap para no hacer el ridículo lo busqué en san google) y un reloj con la inscripción "Chiquitines del B 2010 -2013", en fin... era su primera graduación, pues lloró a moco tendido y todos los peques preocupados, vale...pero las mamás??? a ver, simplemente pasan a primaria y van a estar en el mismo cole, no los mandamos a la guerra, ¿a qué vienen esos lloros? por fin se acabó la tortura y me fui a casa, para volver media hora depués a recoger al niño.
Por la tarde me había escaqueado del cumpleaños comunitario, el amiguísimo no iba así que no estaba dispuesta a pasar una tarde de tortura...mucho mejor un paseo tranquilo con papá y los peques al parque.
El sábado tocaba cumpleaños y fiesta del equipo de futbol, con el partido mamás-niños y la sorpresa que teníamos preparada las mamás. La fiesta de cumpleaños fue muy tranquila, era en casa de los vecinos de arriba y el resto de papás eran muy agradables, así que nos quedamos más de lo que habíamos previsto en un principio, es lo que tiene estar a gusto. Llegó mi padre a quedarse con la princesa y nosotros todavía estábamos en el piso de arriba...
En la fiesta del equipo lo pasamos todos fenomenal, mi niño cenó una peazo hamburguesa casera de pollo que me dejó alucinada y le dejamos tomar un poco de Coca-cola, así que estaba feliz. La sorpresa de las mamás, era entre otras cosas que habíamos hecho camisetas y salimos todas las mamás al partido "uniformadas", quedamos empate a uno y los niños querían ganar a toda costa, esta vez dosifiqué mis fuerzas...no era cosa de quedarse sin aliento tras la primera carrera y hasta casi metí un gol...¡si me ve mi padre! tengo que pasarle el video que nos hicieron...a ver si tengo un rato para verle entero, lo han colgado en youtube...¡miedo me da! luego cenamos los mayores mientras los peques seguían jugando, les dimos las camisetas a los papás y a los entrenadores, las chuches a los niños...y la foto del equipo enmarcada al entrenador...otro que casi se nos echa a llorar!!!
A las 12 como Ceniciente pusimos rumbo a casa, que ya habíamos abusado demasiado de mis padres cuidando a la niña...que por supuesto no había querido dormirse, ¡nos ha salido de un trasnochador! así que me puse el pijama, me la puse en la teta y a dormir todo el mundo.
Al día siguiente no se podía uno quedar mucho en la cama, había torneo de futbol, dejamos a la niña de nuevo con mis padres y nos fuimos al campo, tocaba partido, hinchables y entrega de medallas...los niños lo pasaron de maravilla, mi hijo estaba emocionado porque el entrenador le felicitó, después de unos meses en los que no obedecía y parecía que no quería ir al futbol, ahora nos ha salido un peazo de futbolista. Tuve una charla con el entranador y me dijo que los días que yo iba a los partidos el niño se esforzaba y jugaba muy bien, pero que cuando yo no iba él estaba ausente...así que esta mamá ha hecho todos los esfuerzos del mundo y gracias a la ayuda de mis padres que se han quedado con la princesa, he ido a todos los partidos, he madrugado, he pasado frio, me he mojado...pero no le he fallado a mi hijo. Yo que pensaba que el futbol iba a ser una actividad para que compartiera tiempo con su padre, resulta que para mi niño lo importante es que yo le viera y le animara, ¡qué cosas!
Llegamos a las mil a casa a comer, menos mal que había dejado una ensalada de pasta preparada, porque ¡menudo calor! no apetecía comer y mucho menos cocinar...el resto de la tarde lo pasamos amodorrados en el sofá...recuperándonos del finde y viendo dibus.
El finde que viene más...toca torneo-fiesta de fin de temporada de la liga chupetines...nos han avisado que llevemos ropa de cambio porque hay espuma...¡van a acabar conmigo!
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