Hacía 3 años que mi marido y yo no coincidíamos una semana entera en verano para poder irnos a algún sitio y desconectar de verdad. Este verano parecía que tampoco iba a poder ser, pero al final ¡sí! y el sueño de ir a París y a Disney con los niños se hizo realidad, teníamos días libres y la cuenta del banco no estaba triste, podíamos permitírnoslo.
Como no teníamos asegurado que mi marido tuviera días libres, habíamos reservado un hotel en booking, que podíamos anular hasta el mismo día de la llegada, pero nada más, ni entradas de Disney, ni avión... yo prefería pensar que esta vez tampoco iba a poder ser, para no llevarnos todos una desilusión.
Pero llegó el viernes y papá nos llamó desde el trabajo, ¡sí! había vacaciones, había que ponerse a prepararlo todo para salir el domingo bien tempranito con el coche rumbo a París. Cogimos las entradas para Disney por internet, dimos la noticia a mi amiga, que vive en París y avisamos a la profe de mi niña que los primeros 4 días de cole íbamos a viajar y disfrutar en familia, mi mayor al empezar la ESO, no tenía clase, una razón más para aprovechar estos días.
Los planes eran:
- Domingo: viaje en coche hasta París.
- Lunes: era el día libre de mi amiga, nos venía a recoger al hotel y nos pasábamos el día con ella pasenado por París, viendo el Centro Pompidou, el Ayuntamiento, Notre Dame, Louvre, Campos Elíseos.
- Martes y Miércoles: parque Disney.
- Jueves: parque Studios.
- Viernes y Sábado: París.
- Domingo: viaje de vuelta en coche.
Decir que hemos disfrutado cada minuto es poco, ha sido una experiencia genial para todos y no creo que mis hijos la olviden nunca. Todos hemos descubierto un montón de cosas, la peque nos ha sorprendido a todos con lo que ha aguantado caminando, ¡había tantas cosas que ver! El mayor, lo importante que son los idiomas, yo me defiendo en inglés y un poquitín en francés, así que fui nombrada intérprete oficial de la familia.
Los dos se han sorprendido mucho de que mamá se haya subido en las atracciones de Disney, en las montañas rusas... que sabe divertirse y no siempre estar en modo gruñón.... por una semana nos hemos olvidado de la comida sana y equilibrada, hemos disfrutado de las creppes, los helados y del bacon en el desayuno.
Mi marido y yo hemos comparado el viaje al que hicimos a Italia de luna de miel, donde nos hartamos de museos y obras de arte, esta vez no hemos entrado en ningún museo, ni siquiera en el Louvre, había una cola impresionante y hemos preferido disfrutar con los niños de la ciudad, hemos subido a la torre Eiffel, al Arco del Triunfo, en barco por el Sena y hasta en globo en Disney.
Seguiré contando nuestra experiencia para poder conservar el recuerdo de sitios y de como nos organizamos por si podemos repetir... la nena quiere volver el año que viene ;-) ¡qué bonito es soñar!
3 comentarios :
Que maravilla!!!! Que viaje de ensueño. Esas vacaciones se necesitan de vez en cuando para que los niños nos vean un poco más relajadas :D
¡Hola!
Podría jurar que te había dejado un comentario extenso completo, pero veo que no.
Menuo viaje. A nosotros nos encanta Francia y comparto todo lo que dices.
Muy feliz día.
No he estado nunca, pero debe de ser espectacular. Espero lo hayáis disfrutado
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