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lunes, 2 de septiembre de 2019

Pasando un día en Aquópolis

El papi no trabajaba el sábado, así que teníamos un finde completo para disfrutar todos juntos, la opción de repetir de camping en Cantabria no podía ser, daban 100% de lluvias y ya habíamos salido calados otro fin de semana y no queríamos repertir.

Como este verano la primita no había venido a pasar unos días, decidimos ir nosotros a Madrid, para pasar un día juntos. Buscando opciones de sitios chulos para disfrutar con los peques, pensamos las típicas, Zoo, Faunia, Parque Europa... incluso pedí opinión a Dácil, que siempre contesta y da buenos consejos (¡muchas gracias!).

Como yo estaba en la oficina, papá se puso a mirar sitios por internete con los peques...y cuando apareció Aquópolis, decidieron que era la opción elegida. Yo no soy especialmente acuática, y pensaba que era muy caro para lo poco que iba a aprovecharlo la peque, pero ví que había varias zonas de pequeños en las que podríamos disfrutar las 2, mientras el papi y el mayor se tiraban por todos los toboganes habidos y por haber.

Quedamos allí directamente con la primita, nosotros compramos las entradas por internet, al hacerlo tan "aquí te pillo, aquí te mato" no pillamos descuentos, pero si se planifica con tiempo, hay webs que ofrecen descuentos. Madrugamos, para llegar pronto, aunque abren a las 12h. a las 11.10h que llegamos nosotros la cola llegaba ya a la verja. Mi hijo se enfadó con su tío...ellos viven como a media hora y nosotros tardamos algo más de 2 horas en llegar, así que él decía que ellos podían haber llegado antes y guardarnos sitio.

De todas formas, a pesar de no conocer el sitio y de que la gente entraba a la carrera, pillamos tumbonas de las gratuitas a la sombra, nos embadurnamos de crema y empezamos a disfrutar. Yo con la peque a investigar las zonas infantiles y mi marido y mi hijo a elegir por donde empezaban hasta que llegaran el tío y la primita.

Sólo habíamos cogido una cartera con algo de dinero para comprar un helado o así, todo lo demás lo dejamos en el coche (mi bolso, el móvil...) porque los 7€ de la taquilla me parecía un robo, además del incordio de estar todo el día con el brazalete ese con la llave. Además que la gente respetaba las toallas que cada cual dejaba en cada tumbona, neveras, bolsas...me sorprendió gratamente que a pesar de haber tanta gente, había mucho respeto y educación. Quizá porque había muchos carteles que si no se seguían las normas podían echarte sin derecho a devolución del coste de la entrada.

Entre las cosas que más me gustaron:

  • Limpieza: para la cantidad de gente que había, el sitio estaba muy limpio, tanto el suelo como el agua de las piscinas, había siempre papel en los aseos, al menos a los que fuimos nosotros, incluso a última hora de la tarde.  
  • Comida: dejan meter neveras, bolsas, sillas plegables... lo cual hace que por lo menos puedas llevar tu propia comida y bebida, para que el gasto en un sólo día no sea exagerado. Nosotros tenemos un conjunto de esos de mesa plegable con 4 sillas tipo maleta, que es muy cómodo y nos permite comer perfectamente a los 4. Aunque también hay mesas de picnic para los que llevan su propia comida. No puedo opinar sobre la comida de allí, pero todo lo que ví anunciado era tipo hamburguesas y patatas fritas...nada comparable a nuestro menú con gazpacho, tortilla de patatas, filetes de lomo y melón.
  • Chalecos salvavidas gratis: en algunas piscinas, como las de olas, había a la entrada chalecos salvavidas que podías usar para los peques. Mi niña está aprendiendo a nadar, aunque sabe bucear y no tiene problema en meter la cabeza, pero en seguida se cansa, con lo cual fue genial poder usarlos para que ella flotara sin cansarse y yo pudiera estar más tranquila. Usarlos nos ayudó a disfrutar más.
  • Temperatura del agua: mi niña es muy friolera y no la costó meterse, el agua no estaba fria y pudimos disfrutar todo el día a remojo sin que empezara a tiritar y se la pusieran los labios morados.

Lo que no me gustó fue:
  • No dejan ponerse gafas de bucear, no ya las grandes tipo escafandra, que lo puedo llegar a entender, sino las más simples que sólo son para los ojos, ya que yo llevaba las lentillas y al entrarme agua en los ojos podía perderlas.
  • También es claramente mejorable el césped, en muchos sitios ni existía y era incómodo caminar descalzos, pues otra cosa que descubrimos es que era mejor dejar las chanclas donde las tumbonas y olvidarte, porque dejarlas al acceder a cada atracción no me convenció, acababan allí un montón de chanclas que los niños pisaban...
  • Los horarios de las olas,  en las piscinas de olas no había información de los horarios en los que funcionaban las olas, había que preguntar a la socorrista, que te decía "en un rato". El día que nosotros estuvimos sólo pusieron las olas, o al menos nosotros las vimos funcionar sólo en una de las piscinas. 
  • En la atracción "río lento" cuando estuvimos, la socorrista estaba en la otra orilla de las escaleras de acceso y la gente se tenía que ayudar unos a otros a subir y bajar de los flotadores.
  • En la atracción infantil del castillo, los 2 toboganes son cerrados y a mi hija la dieron miedo, quizá deberían incluir uno que no fuera de tipo tubo, sino abierto, como los de la zona de más pequeños, pero un poco más grande. Además en esa atracción el agua estaba más fría.
  • Mis hijos se quedaron con las ganas de disfrutar de un helado después de comer, me explico... en la playa, solemos comprar helados en estas furgonetas que tienen helados artesanos de un montón de sabores, que puedes pedir varias bolas mezclando sabores y no los tipicos de las marcas comerciales. No sé si es que no buscamos bien, pero no vimos más que los típicos envasados.
  • La megafonía no se oía en todas las zonas, concretamente donde estaban las tumbonas que cogimos, el altavoz debía estar averiado porque no se oía nada.
  • Hay atracciones que tienen más afluencia o duran más, por lo que la cola es mayor, seria conveniente indicar en el plano información al respecto, porque mis chicos habrían empezado por ahí, antes de que se formaran largas colas.

A pesar de las cosas que señalo como negativas, disfrutamos plenamente del día, tanto los mayores como los pequeños, supongo que  el año que viene repetiremos. El mayor se subió en todas las atracciones menos en una, que ya era tarde y había mucha cola, por lo que prefirió repetir en otras que pasar tanto tiempo esperando.



2 comentarios :

Marigem dijo...

¡Hola!
A qué ilusión, menudo viaje. Además ir a Francia en coche tiene mucho encanto, yo la recorrí con mis hijos y me gustó más que en avión, que llegas al sitio y ya, sin ver más.
Seguro que el año que viene tenéis unas vacaciones geniales.
Muy feliz día.

Papacangrejo dijo...

No he estado nunca en Francia, pero Paris tiene que ser increíble.