Mis tesoros

Lilypie Kids Birthday tickers
Lilypie Kids Birthday tickers

jueves, 31 de octubre de 2019

Cuando la realidad supera a la ficción

Estos últimos días, mi vida ha sido una sucesión de situaciones que me han sobrepasado y que aún estoy tratando de asimilar.

El fin de semana se presentaba más o menos normal, además de lo habitual, lavadoras, preparar comida para la semana, deberes... el plan era ir a un centro comercial de compras y poco más, aunque el domingo me lo pasé casi todo el día acostada, con una fuerte jaqueca, fruto del cansancio, la regla y el cambio de tiempo, pero nada comparado con lo que vendría al día siguiente.

Lunes 28/Octubre/2019
- 6:12 am
Me despierta una llamada en mi móvil, es mi hermano, parece que mi cuñada no se encuentra bien, aún quedan casi 10 días para que salga de cuentas y no parece que esté de parto, pero mi hermano me pide que la lleve al hospital mientras él se ocupa de mi sobrino de 3 años y lo lleva a madrugadores.

Me visto con lo primero que pillo y salgo pitando, mi hermano vive en otro pueblo cercano, piso el acelerador y voy pensando como estará el tráfico a esas horas para llegar al hospital que les corresponde, situado en el centro de la ciudad, que está como a media hora de donde ellos viven y si mi cuñada preferirá que vaya rápido para llegar cuanto antes o si preferirá que vaya con cuidado para no pillar baches.

- 6:30 am
Llego a su casa, dejo el motor en marcha y llamo a mi hermano para no tocar el timbre y despertar a  mi sobrino. Mi hermano me abre y al entrar, me encuentro a mi cuñada llorando, con muchos dolores, sentada en el WC del aseo, me dice que no puede moverse, que se encuentra muy mal. 
Me parece que lo que tiene son contracciones, pero ella no está segura, porque el parto anterior fue inducido y ahora la duele "de forma distinta".
Le digo a mi hermano que así no podemos ir en el coche, que llame al 112, a mi me parece que está de parto, le preguntan si ha roto aguas y decimos que no, ahora con perspectiva, yo creo que en realidad sí había roto aguas hacía rato, pero que ha ido perdiendo el líquido poco a poco, en lo que ella pensaba que era pis.
Nos dicen que mandan una ambulancia... 
Mi cuñada me dice que mida el tiempo entre los dolores y casi me muero cuando compruebo que son ¡¡cada 2 minutos!! me pide que vea si está dilatando...yo he parido 2 veces, por vía vaginal, pero no he visto como es eso desde el otro lado... mi hermano que asistió al parto de su hijo mayor dice que aún queda, que tranquila que ya no tardará la ambulancia.

- 6:50 am
Suena la alarma del despertador de mi móvil, lo apago y mi cuñada grita de dolor...miro y veo los pelillos de la cabeza de mi sobrino...respiro hondo, la pongo la mano en la tripa y la digo que tranquila, que podemos hacerlo, que yo la ayudo, que en la siguiente contracción empuje y lo tenemos.... Dios mío, al ver lo que estoy escribiendo no me reconozco a mí misma, ¿de dónde saqué yo esa sangre fría?

En el momento en que sale mi sobrino tiene el cordón enrollado en el cuello, se lo quito y llega la ambulancia, ... sólo vienen el conductor y un técnico, que al entrar y encontrarse el panorama me mira con cara de terror. Mi sobrino no llora, no respira...le pregunto qué hay que hacer y está paralizado. Cojo a mi sobrino por los pies y lo levanto, apoyando la cabecita en las piernas de mi cuñada, comienzo a frotarlo y ¡reacciona! comienza a llorar...miro a mi cuñada y veo que está pálida, muy pálida y que ha empezado a tiritar, tirita cada vez más y me asusto...le digo al técnico que traiga mantas y a mi hermano que traiga un calefactor, hay que conseguir que no se enfríen.

Mi hermano había estado llamando de nuevo al 112 y tratando de tranquilizar a mi sobrino de 3 años, que se había despertado y el hecho de que su mamá llorase y gritase y hubiera 2 señores extraños en casa a esas horas le hacía querer estar a toda costa con su mamá.

El técnico vuelve con las mantas y una venda para atar el cordón...parece que hemos conseguido estabilizar la situación, mi cuñada sigue sentada en el WC, ya no tirita tanto, y entre las 2 sujetamos al pequeñín tratando de que mantenga el calor encima de la tripa de mi cuñada y tapándolos a los 2 con las mantas.

No sé cuanto tiempo pasa hasta que aparece otra ambulancia, llegan otras 3 personas que tampoco son médicos y que no localizan  en sus maletines unas pinzas para poder cortar el cordón umbilical. Por fin llegan 2 doctoras de guardia de otro pueblo cercano y toman las riendas de la situación. Una se encarga de comprobar las constantes vitales de ambos y de ordenar al resto de personal ponerla una vía, etc.... la otra pregunta a mi hermano como ha sido todo y él me señala diciendo que la matrona he sido yo, ¡ella al preguntarme realmente piensa que yo soy profesional sanitario, matrona o al menos enfermera! la digo que no, que solo soy la hermana y que he hecho lo que he podido. 

Me tranquiliza diciendo que está todo muy bien, que no me preocupe, que lo he hecho fenomenal. Yo sigo muy preocupada por ambos y no veo el momento de que los metan en la ambulancia y los lleven al hospital.

Como no permiten ir a nadie en la ambulancia, el conductor de la 2ª ambulancia me dice que vaya saliendo con el coche, mientras terminan de acomodar a la mamá y el bebé, para así llegar al hospital a la vez. Mi hermano se queda con mi sobrino para llevarle al cole y yo piso el acelerador... no paro de rezar en todo el camino, por favor, que no les pase nada, por favor, que no les pase nada, por favor, que no les pase nada,  ... mirando por el retrovisor para ver si veo la ambulancia, he memorizado la matrícula.

Llego cerca del hospital y sigo sin ver la ambulancia, encuentro un sitio libre y sin pensar aparco, es zona de O.R.A, saco el móvil y pago con la app el máximo de estacionamiento, cojo mi bolso, el bolso de mi cuñada y la bolsa con las cosas para el hospital y salgo corriendo a la zona de urgencias.

Veo pasar a la ambulancia, ¡es en la que van ellos! me suena el móvil, es mi madre para decirme que la ha llamado mi hermano y que ya ha nacido el pequeñín...él no la ha dado detalles, sólo que se levante y esté preparada para ocuparse de recoger del cole a mi sobrino mayor, la digo que no puedo hablar que la llamo en un rato. Estoy sin aliento, pero sigo corriendo y entro en urgencias justo detrás de la camilla, veo que mi cuñada ya no está tan pálida y trata de sonreír. Entramos al ascensor y las doctoras me tranquilizan, las constantes vitales son normales, está todo bien, ahora la llevan a paritorios para que expulse la placenta.

- 7:58
Me quedo sola en la sala de espera y llamo a mi hermano para que esté tranquilo, que ya estoy en el hospital con ellos. Él acaba de dejar a mi sobrino en el cole, en madrugadores y está ya de camino al hospital. 

Me siento, me tiembla todo el cuerpo... esa sala de espera no es la que yo conozco de las 2 veces que dí a luz en ese hospital, por eso no hay nadie, hemos entrado por un "atajo" a paritorios. Llamo a mi madre para contarla todo lo que ha pasado y me llama mi marido con mi hija hecha un mar de lágrimas porque me he ido de casa sin peinarla para ir al cole.

Al cabo de un rato salen las dras de la ambulancia y de nuevo me dicen que todo está bien, que no me preocupe, que lo he hecho muy bien y que ya ha llegado mi hermano, al que no he visto porque ha entrado por el lugar habitual, que ya conoce del anterior parto y me explican por donde salir de esa sala de espera para ir a la grande, la que yo conozco.

Hoy cuando todo ha pasado y mi cuñada y mi sobrinín ya están en casa perfectamente, sigo viendo la película en mi cabeza y me parece que no ha sido real, yo que hasta hace poco me mareaba cuando me hacían un análisis de sangre he traído al mundo a mi sobrino pequeño. En un guión de una película nos parecería que el guionista se había pasado de vueltas... pero la realidad, supera a la ficción y las situaciones difíciles sacan de nosotros capacidades que ni imaginábamos que podíamos tener.
La imagen puede contener: una o varias personas y primer plano Este es el pie de mi sobrino.

viernes, 25 de octubre de 2019

12 y 7 años - 20 preguntas

Como ya es tradición, cada verano, pregunto a mis hijos una serie de cuestiones para ver como año a año van cambiando, esta vez el verano no me ha dado para mucho, asi que aún con retraso, a ver que sorpresas me deparan sus respuestas respecto al año pasado, ¡allá vamos!
(en primer lugar la respuesta del mayor y después las de la pequeña)
  1. ¿Cuál es tu número favorito? 111 - 9.
  2. ¿Cuál es tu color favorito? Naranja - Amarillo.
  3. ¿Cuál es tu animal favorito? Guepardo - Buho.
  4. ¿Cuál es tu peluche favorito? Tom - Lindea.
  5. ¿Cuál es tu juguete favorito? Consola nintendo switch - Ben (un muñeco).
  6. ¿Cuál es tu comida favorita? Macarrones con jijas - Sopa.
  7. ¿Cuál es tu bebida favorita? Fanta de naranja - Aquarius.
  8. Cuál es tu fruta favorita? Manzana - Cereza.
  9. ¿Cuál es tu postre favorito? Sorbete de limón (helado) - Tarta.
  10. ¿Cuál es tu cuento favorito? Alicia en el país de las maravillas - Peppa pig.
  11. ¿Cuál es tu libro favorito? El diario de Greg: la cruda realidad - Bat-pat (uno del cole). 
  12. ¿Cuál es tu canción favorita? Life light (principio del videojuego de la consola) - Scooby doo papa (¡ni idea!).
  13. ¿Cuál es tu película favorita? Lluvia de albóndigas 2 - Dora.
  14. ¿Cuál son tus dibujos animados favoritos? El mundo de Craig - Dora (la última que ha ido a ver con su madrina).
  15. ¿Cuál es tu lugar favorito para jugar? El salón de casa (donde está la consola) - La piscina.
  16. ¿Cuál es tu juego favorito? Legend of Zelda breath of the wild - Pictureka (un juego de mesa al que jugamos en familia).
  17. ¿Cuál es tu instrumento musical favorito? Flauta - Trompeta.
  18. Elige: playa - piscina - campo. Playa - Campo.
  19. ¿Quién es tu mejor amigo? (pregunta de mi niño: ¿puedo elegir 2?) Yago (del pueblo) y Hugo (del cole) - Cristina.
  20. ¿Qué quieres ser de mayor? Informático, programador de videojuegos - Doctora (encontré mi maletín de la Srta Pepis este verano....).

lunes, 21 de octubre de 2019

Disfrutando en Disneyland París

Aunque llevábamos tiempo queriendo ir con los peques a Disney, cuando había tiempo no había dinero y cuando había dinero, no había tiempo...pero este Septiembre parecía que iba a ser posible, aún así, no lo pudimos confirmar hasta 2 días antes de irnos, con lo cual no habíamos sacado las entradas, ni pudimos pillar ninguna oferta.

Hay que reconocer que es un sablazo considerable, pero sin lugar a dudas merece la pena, yo no soy mucho de subirme a atracciones en la feria y aún así lo disfruté a tope, ya sólo el pasear por allí, con todo tan bonito, tan limpio, todo el mundo tan amable ... es una sensación de estar en un lugar mágico, donde todo son sonrisas y felicidad.

A la organización se la puede calificar de excelente, salvo en lo que respecto al espectáculo de luces, música y fuegos artificiales que se hace a las 21h. Estábamos todos sentados, en el suelo, niños y mayores esperando y justo al comenzar los de las primeras filas se levantaron privándonos de verlo bien. Creo que deberían obligar a verlo sentados, o habilitar zonas para poder estar de pie.

Otra cosa que también nos gustó es que en todas las atracciones te preguntan: ¿cuántos? nada que ver con las atracciones de la feria que eliges donde te sientas, a la carrera para que no te quiten el sitio, aquí te indican donde colocarte y te ponen juntos para disfrutar de la atracción y en ningún caso ir apretujados o que los niños vayan solos. Un ejemplo fueron los "paracaidas" de la atracción del parque Estudios, los asientos son de 3 en 3, nosotros íbamos 4, por tanto, nos pusieron a cada adulto con un peque y en asientos unos en frente de otros, con lo cual podíamos vernos.

Algunos consejillos prácticos a tener en cuenta:
  • Hay un mínimo de altura en algunas atracciones: 81 cms, 1.07cms y 1.20cms. y son muy estrictos con ello. La peque no se pudo montar en una montaña rusa de la guerra de las galaxias y en una especie de V en el parque Estudios porque medía 1,18cms. Aunque es un lugar totalmente "children friendly" la seguridad es muy importante.
  • Permiten entrar con comida y bebida al parque, eso sí, en plan bocatas en una mochila, no nevera, ni similar. Merece la pena llevar bocadillos, el menú más barato que encontramos fue 16.99€ por hamburguesa, patatas y refresco. Nosotros preferimos llevar la comida y disfrutar allí de creppes y helados. Además así puedes aprovechar mientras haces alguna cola para comer o simplemente ahorrarte las colas de los restaurantes. 
  • Hay muchas fuentes de agua potable por todo el parque donde puedes beber y rellenar las botellas de agua, no merece la pena llevar mucho líquido, pero sí una botella. Y siempre están 2 juntas, una alta para los mayores y una más bajita para los niños. 
  • Si te descargas la app, además de localizar las atracciones en el mapa, te informa de los tiempos de espera, lo cual es muy útil para organizarse y no hacer muchas colas. También te indica cual de las atracciones dispone de posibilidad de fast-pass. 
  • Con la entrada normal, puedes conseguir fast-pass para algunas atracciones, evitando así colas, basta con pasar el código de barras de la entrada por el lector y te sale un ticket para un intervalo de 25 minutos, en el cual accedes con fast-pass, sin hacer cola. Es fabuloso y por lo que vimos lo sabe poca gente, con lo cual lo aprovechamos a tope, eso sí, no está diponible en todas las atracciones.
  • A nosotros nos hizo un tiempo fenomenal y estuvimos casi  todo el tiempo en manga corta, pero es recomendable llevar chaquetas porque en algunas atracciones hace frío, también llevamos una mochila de estas de tela para poder guardar las chaquetas.
  • Nosotros llevábamos 2 mochilas sencillas de cordones, (de la última carrera de la asociación contra el cáncer), una con los bocadillos y la botella de agua y otra con las chaquetas, no os recomiendo mochilas muy aparatoras, porque luego en las atracciones te las tienes que quitar de los hombros y ponerla entre las piernas.

La atracción que nos resultó más chuchurría para el peazo de cola que esperamos fue el Princess Pavilion, fueron algo más de 2 horas de cola, para 5 minutos de foto con la princesa de turno, en este caso Rapunzel, mi niña estaba feliz, aprovechamos para comer durante la cola y mi niña incluso se quedó dormida...si vas sólo un día a Disney, no merece la pena. Además luego te dan otro sablazo si quieres comprar alguna de las fotos, eso sí, te la ponen con un marco muy original y "firmada" por la princesa. Nosotros cogimos una de la nena con la princesa y otra de toda la familia con la princesa, total, 20€ + 1€ de una bolsa para llevarlas y que no se nos estropearan en las mochilas.

Respecto al tiempo, por nuestra experiencia lo ideal son 2 días para el parque Disney y 1 más para el parque Estudios. Si además de subirte en todas las atracciones, quieres ver todos los espectáculos que hay, es cuestión de organizarse, aunque nosotros no vimos todos los espectáculos, dado que hay algunos que son sólo películas. El que más nos gustó fue el de Magia con Mickey Mouse, las luces, la música, las coreografías....y no dura mucho, no se hace nada pesado a los peques, mi hija estuvo hipnotizada todo el tiempo sin quitar ojo del escenario.

El primer día tratamos de montarnos en la mayoría de las atracciones del parque Disney y vimos el pasacalles del Rey León, incluso nos dió tiempo a repetir en la atracción que más nos gustó, la de Piratas del Caribe. El segundo día nos montamos en el resto de atracciones, repetimos en algunas que nos gustaron más, vimos el espectáculo de Timón y Pumba y pillamos buen sitio para el espectáculo nocturno.

El tercer día fuimos al parque Estudios, nos montamos en todo y nos dió tiempo a ver 2 espectáculos, el de magia de Michey Mouse en vivo y en video el espectáculo del Rey León. Como este parque cierra antes que el de Disney, fuimos otra vez al de Disney para repetir ¡como no! en la de Piratas de Caribe, comprar algún recuerdo para la familia (el gorro de rey león con las orejitas móviles para mi sobrino no me pude resistir) y volver a ver el espectáculo nocturno.

Obviamente las entradas para un mismo día para los 2 parques son un poco más caras que si compras entrada para un sólo día para cada parque, pero tampoco es que sea un ahorro considerable y así puedes aprovechar el resto de la tarde al salir de Estudios. También es mejor comprar las entradas por internet antes, allí son más caras, eso sí, la hoja que imprimes no es la entrada en sí, tienes que ir a una taquilla para que te den las entradas reales, que son una especie de carnet de cartón con un código de barras, ¡¡no las pierdas!! y consérvalas todo el tiempo, porque con ese código de barras puedes conseguir fast pass en algunas atracciones.

Respecto a la cantidad de gente, nosotros fuimos martes, miércoles y jueves, en septiembre, cuando había empezado el cole de la pequeña y aún así había bastante gente, consultamos la web de Disney y esos días indicaba afluencia baja, así que los días que indicaba máxima afluencia ¡no quiero pensar las colas que habría!

Sobre el medio de transporte para llegar, si no te alojas en alguno de los hoteles Disney, sin lugar a dudas el tren, línea A, en los carteles pone el archiconocido símbolo de la cabeza de Mickey Mouse, así que no hace falta saber fránces, la estación del cercanías está justo en la entrada del parque y hay mucha frecuencia, además que puedes quedarte hasta el cierre del parque cuando acaba el espectáculo. Eso sí, para evitar cola para comprar los billetes es conveniente que los tengas comprados por anticipado y así sólo es esperar al siguiente tren, nosotros fuimos siempre sentados.

En coche y autobus no sé el trayecto, pero eso sí, el aparcamiento está lejos de la entrada, lo vimos desde las alturas, porque nos subimos a un globo aerostático que había, problemas de sitio no creo que haya, porque era enorme, aunque supongo que será de pago.

Decir que lo hemos disfrutado aún más de lo que esperaba, únicamente no hemos subido en las 2 casas del terror que había, una en Disney y otra en Estudios, y yo me quedé con mi niña en las 2 atracciones que no podía subirse por no tener la altura mínima. Ella quiere volver el año que viene, que ya habrá crecido ;-)



miércoles, 9 de octubre de 2019

Viaje en coche a París con niños

El viaje en coche, entre las paradas, la consola y el pincho con un montón de pelis, no se nos hizo demasiado largo, salvo el final que nos metimos demasiado en la ronda de París y nos comimos un atasco impresionante. Los peques no se pusieron pesados, yo creo que la emoción del viaje hacía que fuera parte de la aventura.

Mi marido se había estado estudiando el recorrido, había varias posibles rutas a elegir, una vez atravesada la frontera, podíamos ir por el norte, por Poitiers, todo autopista pero muy caros los peajes o por el centro de Francia, con mucha zona de autovía, algunos peajes, más asequibles y algún tramo de carretera.

Dividimos el viaje en 3 partes, desde casa hasta Irún, conduciría yo, allí haríamos la primera parada para desayunar, aunque había preparado una pequeña mochila con cosas de picar y agua, por si les entraba hambre a los niños antes. Aprovechamos también para llenar el depósito, porque el precio del combustible en Francia es más caro.

La ventaja de viajar en domingo es que había menos tráfico y sobre todo que casi no encontramos camiones. Lo malo es que cuando llegamos a Irún, estaba casi todo cerrado, ahí nos cambiamos y se puso al volante mi marido.

Nos lo tomamos con calma, porque a partir de aquí había más tráfico, fue un viaje agradable, hacía buen tiempo y el paisaje se asemejaba mucho a Castilla. Una cosa que nos llamó la atención es que están sustituyendo las contraventanas por persianas, la otra vez que habíamos estado en Francia, no vimos ni una sola persiana y ahora se notaba que cuando habían puesto nuevas las ventanas, ponían persianas.

Para comer encontramos una zona muy chula con mesas de picnic, aseos y una especie de bar, aunque un poco cutre. El tema de la comida no importaba porque en previsión de que no encontráramos algo abierto, íbamos con la nevera, es una de estas portátil, que se puede conectar al coche o a la corriente eléctrica, que te mantiene los alimentos fresquitos.

Después de comer, exploramos un poquito los alrededores y seguimos camino, el papi dijo que no estaba cansado, que había estirado las piernas y el café le había sentado de maravilla, así que siguió al volante.

Según el navegador íbamos a llegar más pronto de lo que pensábamos, pero aunque íbamos por autopista, pillamos una zona de obras, así que mi marido optó por salir a la carretera...decía que encima de pagar no iba a ir aguantando las obras.

Llegamos al hotel cuando aún era de día, aunque todos protestaron cuando les desperté a las 6 de la mañana, al final del día reconocieron que fue mejor madrugar y no llegar de noche. Cogimos un hotel en Torcy, el B & B, una habitación familiar, con una cama enorme para nosotros y unas literas para los niños. No es ninguna maravilla, pero tenía lo que necesitábamos, camas amplias, limpieza y desayuno, con un buen horario y bastante completo, iban reponiendo según se acababan las mermeladas o el zumo, mis hijos se pusieron tibios de bacon y huevos revueltos, ¡ver para creer! También me gustó que en la ducha, había 2 apliques para colgar el grifo, uno alto y otro bajito, a la altura de niña, lo que la permitía ducharse ella solita, ¡nos encantó! estoy pensando en poner uno en casa.

A 3 minutos andando teníamos la estación de cercanías, la línea A nos llevaba directamente en 3 paradas a Disney y en el otro sentido, a 7 ya estabas en París, nosotros lo más lejos que bajamos fue en el la parada del Arco del Triunfo, a 20 minutos andando (a paso niña de 7 años) de la Torre Eiffel.

Otra ventaja es que había al lado un centro comercial, con tiendas, restaurantes, farmacia 24 horas y hasta un Carrefour, donde llenamos el depósito para volver, que se nota el precio, ya que el combustible es más caro en Francia.

Para el viaje de vuelta no madrugamos tanto, recorrimos el camino a la inversa, pero sin tanto atasco al rodear París, habíamos aprendido la lección... aún así había bastante tráfico para ser un domingo por la mañana. Mi marido condujo hasta que paramos en el mismo sitio a comer y ahí lo cogí yo, hasta Irún, donde volvimos a llenar el depósito y ya nos llevó papá hasta casa.