Mis tesoros

Lilypie Kids Birthday tickers
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martes, 8 de noviembre de 2011

Mi tato

Este es el apelativo cariñoso con el que llamo a mi hermano desde que nació, no es ningún secreto que lo adoro y que lloré y mucho hasta que mis padres me dieron un hermanito cuando tenía casi 7 años. Yo llegaba siempre del colegio diciendo que todos tenían hermanos menos yo y mi madre callaba, yo no sabía por aquel entonces que ella había perdido un bebé cuando yo tenía unos 2 años y aquello la había marcado. Pero por mí, se lanzó de nuevo a la aventura de la maternidad con mi padre y nació mi tato, a mí no me valía niña...no sé que hubiera pasado si llega a salir con coletas. Afortunadamente nunca lo sabremos.

Tener un hermano fue maravilloso desde el minuto cero, desde aquella mañana de verano en la que apareció mi padre por casa, me dió un beso y me dijo que ya había nacido el hermanito, que a ver que nombre le poníamos, hasta eso, ¡yo elegí su nombre! 

La primera anécdota de muchas que vendrían después fue cuando fui con mi padre a buscar a mi madre y a mi hermano al hospital, la monja de la entrada decidió que yo era muy pequeña y no me dejó subir a la habitación, así que a mi padre no le quedó más remedio que dejarme allí en recepción con ella, para entretenerme me dijo que a que quería jugar,  mi contestación toda enfadada fue: "yo he venido aquí a buscar a mi hermano, no a jugar con Vd." pobre! un mico como era yo, tan chiquitilla, la dejé planchada.

En el recuerdo quedará levantarme por la noche para verlo mamar, yo! que siempre seré muy dormilona, enseñarle a andar, llevarlo al baño por las mañanas, protegerlo de los mayores cuando salíamos a jugar al patio de casas donde vivíamos, la de bofetadas que habré repartido cuando alguien se atrevía a hacer algo a mi hermano, ir con él de la mano al colegio, compartir una bolsa de gusanitos que nos había traido la abuela, la de trastadas que hemos hecho juntos! 

La peor de todas y además no premeditada fue una vez que estaban mis padres de viaje, convencimos a mi abuela para que nos dejara bajar al patio, cuando no estaban nuestros padres, no nos dejaba salir "para que no nos pasara nada" y ¡qué razón tenía! mi hermano se cayó y se abrió la cabeza...visita a urgencias y 2 puntos en la frente , ¡pobre abuela! vaya susto que la dimos cuando aparecimos por casa con mi hermano lleno de sangre. Para aplacar el susto nos hizo natillas, mmmmmmmmm, no he vuelto a comer unas natillas tan ricas nunca.

Los años pasaron y mi hermano dejo de ser un niño, creció y se hizo más alto que yo y me encantaba llevarlo a él y sus amigos en mi coche, hacerme pasar por su novia cuando había alguna pesada que no conseguía quitarse de encima, que divertido era aparecer por el bar donde estaban y achucharle!

Todo se rompió en mil pedazos con una llamada de teléfono ... no localizaban a mis padres y me llamaron a mí, un accidente, lo llevaban en ambulancia al hospital...cuando llegué me pareció menos de lo que me había imaginado, pero lo peor estaba por llegar. Nos pasamos horas esperando, hasta que por fin le hicieron el TAC ... no me gustó la expresión del médico y desafortunadamente no me equivoqué, se lo llevaron a la UCI. 

Cuando llegaron mis padres, la dra de UCI no tuvo ni tacto, ni empatía ... ni sentido común, no se le puede decir a un operado de corazón que su hijo tiene 9 de 10 de quedarse parapléjico así, en frio y de pie, casi le da un infarto...nos agarramos a esa posibilidad, a ese traumatólogo que nos dijo que había que esperar, que sus 20 años jugaban a nuestro favor y que en cuanto bajara la inflamación lo operaba y llego el día, otra llamada, en media hora entra en quirófano, no estábamos con él, para los que hayan tenido la gran suerte de no tener a nadie en UCI no sabrán que sólo puedes verlo un ratito por la mañana y un ratito por la tarde, nada mas, así que tocaba correr, recogí a mi madre y no le dijimos nada a mi padre, era mejor contárselo cuando todo hubiera pasado, para bien o para mal.

Han pasado 10 años, mi hermano se recuperó, tras meses de ayudarle a todo, hoy es un joven normal que hasta juega al futbol, nadie nota que se rompió el cuello, sólo una fea cicatriz, oculta por la barba y un dedo meñique algo torpe me recuerdan los días pasados, la angustia de perderlo, las largas noches en el hospital, durmiendo cada 3 días, las enfermeras pensaban que era su novia, otra vez ... no quiero imaginarme lo que pensarían de mí hasta que se lo aclaramos, cuando a última hora de la tarde mi novio (mi marido hoy) me traia un croasant relleno para cenar y se sentaba conmigo en las escaleras, era el único momento del día en el que podía desahogarme, el resto del tiempo tenía que ser la fuerte, con mi hermano, con mis padres.

Es feliz con mi cuñada guay y vivimos cerca, asi que nos vemos casi a diario, hay días que si le pilla por trabajo, hasta come en nuestra casa, se lleva fenomenal con mi marido y por supuesto es el padrino de mi peque, que lo adora.

Desde que fui madre mi asignatura pendiente era hacerle a mi hijo el regalo de un hermano/a, para mí fue el mayor regalo que mis padres me han dado y me darán jamás. Mi hermano es esa persona que me conoce, que confía en mí ciegamente y en la que confío ciegamente, basta una llamada para que uno esté al lado del otro, para lo que sea, a la hora que sea.

Espero y deseo que el bebé que está cocinándose en mi barriguita sea ese regalo para mi hijo como lo fue para mí mi hermano, que se quieran aunque no estén de acuerdo, que se peleen, pero que en la vida se defiendan juntos. Que se tengan el uno al otro cuando nosotros ya no estemos.

4 comentarios :

Natalia dijo...

Hace tiempo que no me emocionaba de esta manera con un post. ¡Qué historia más linda y conmovedora!

Alguna vez se me ha venido a la cabeza la idea de que puedo morir, y el padre de mis hijos también... Y siempre le he dicho a mi madre y a mis hermanos lo mismo: que a mis trillizos NUNCA los separen, que la vida no sería la misma para ellos. Porque el amor de hermanos es eterno y entrañable.

Un gran abrazo!!! Y suerte en tu tarea de cocinar al hermanito de tu niño.

mama de parrulin dijo...

Qué entrada más bonita, me has emocionado! Yo también pienso que un hermano es el mejor regalo que podría hacerle a mi hijo, espero conseguirlo algún día.
Parrulín llama tato a mi hermano, no sé por qué, no sabía pronunciar su nombre y le puso tato.
Qué malos momentos debisteis pasar. Me alegro que todo haya salido bien, es un chico fuerte y con la ayuda de su familia su fortaleza se multiplicó.
Un beso, reina!

mama de parrulin dijo...

Y además te he dejado un premio en mi blog por una entrada tan, tan bonita!

Chitin dijo...

Muchas gracias a las 2 por el comentario!! la verdad es que el post no lo escribí con idea de emocionar, sino porque llevaba tiempo queriendo dedicarle uno.

Un premio!! MI PRIMER PREMIO!!! q ilu!!!!! voy corriendo a tu blog!!