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Lilypie Kids Birthday tickers
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jueves, 24 de enero de 2019

Recordando cosas del pasado

Hoy he tenido una mini-reunión con la profe de matemáticas de mi niño, ha tenido una mala nota en un control y la verdad, con lo bien que se le dan las mates me apena que en los temas más fáciles saque peor nota que en los difíciles, es cosa de no estar atento, de distraerse, así que quise hablar con la profesora para ver como podía ayudarle a concentrarse y no tener esos despistes.

Me ha dicho que no me preocupe, que le falta madurar, pero que es un niño con una capacidad muy alta y además un cielo, que da gusto verle siempre con esa sonrisa en la cara... y me he acordado de cuando empezamos en el cole, de que su cara había perdido la sonrisa y de como poco a poco fue volviendo a ser el niño risueño y cariñoso de siempre.

Su cabeza va a 1000 por hora y todo lo tiene que hacer rápido, así que claro, un problema con varias preguntas, pues no responde a todas... no creo ni que las haya leido todas, sólo la primera y lo ha contestado rápidamente. 

Me ha venido a la cabeza cuando hablamos con la tutora de mi niña de 1º de Infantil, cuando tenía 3 años, tartamudeaba, en casa, en el cole...yo estaba un poco preocupada, porque cuando había aprendido a hablar no lo hacía, mi idea es que su cerebro iba más rápido que su lengua y quería decirlo todo rápido y no la salían las palabras, la profe estuvo de acuerdo, así que acordamos tanto en casa como en el cole que la tranquilizaríamos, que cuando empezara a tartamudear la dijéramos que poco a poco, que le diera tiempo a su lengua, que no iba tan rápido como su cabeza, poco a poco lo consiguió y ya ni me acordaba de ello. Ahora habla a la carrera y por los codos, ¡a gritos...eso sí!

También me he acordado que el primer día en el cole perdimos la chaqueta del chándal de mi niña, ¡recién estrenado! no apareció y eso que tenía nombre, en fin...afortunadamente ahí estaban al quite las mamás del AMPA que me dieron otra y no tuvimos que comprar un chándal nuevo, porque pantalones sí venden sueltos, pero chaquetas no.

La diferencia entre las actuaciones del otro cole, en las que mi niño no quería bailar y las fiestas de este cole, que tuvimos que sacarle a regañadientes de la verbena el curso pasado, donde lo estaba bailando TODO con su pandilla de amigos, niños y niñas de su clase, que si no lo veo, ¡no lo creo!

De como este año en la lista de invitados al cumple de mi niño parecía que no acabábamos nunca de añadir nombres, todos imprescindibles, todos buenos amigos, todas las mamás contestando rápidamente que sí a la invitación, que perfecto... y eso que este año lo celebramos un sábado por la tarde, que la gente suele hacer otros planes. Esta vez también invitó a amigAs, fuimos a un parque de juegos enorme, lo pasaron fenomenal y no había manera de sacarles...las 10 de la noche nos dieron, una mamá riendo dijo: "pronto empiezan a cerrar bares...", ojalá esta pandilla sea la que luego salga por ahí de bares...

De como ahora tiene pandilla en el cole, pandilla en el parque, amigos que le invitan a su casa y amigos que vienen a casa.

3 comentarios :

Adijirja dijo...

Seguimos vivos Chitin! ! A ver si consigo adaptarme al nuevo año... que me está costando un poco...
Me ha gustado mucho este post tuyo, porque mi hijo, después de cuatro años en este cole, aún no veo yo que haya establecido estas relaciones de super amigos de las que hablas. Todo lo demás muy bien, pero eso... uf! Le cuesta un mundo!!!
Hay momentos en los que me preocupa más y otros en los que lo dejo correr... porque él está bien...
No sé...

violetazul dijo...

Qué grandes recuerdos están almacenando. Me has hecho recordar a mí la suerte que hemos tenido desde el principio, y ahora sus amigas del cole son hijas de mis amigas, y hemos conformado un grupito la mar de apañado que hasta hemos salido juntos de fiesta o de excursión..
Y cuando has nombrado a las madres del AMPA me he sentido muy identificada, yo soy una de ellas, y tengo chaquetas, polos y pantalones para todos :D

Dácil Muñoz dijo...

Cómo me alegro!!! Si es que lo que más duele son nuestros hijos y si vemos que algo no funciona lloramos sangre. Y cuando vemos que las cosas están en su sitios, aunque nuca hay nada perfecto, es como si volviésemos a respirar.
te entiendo porque mi mayor ya sabes que también es una locomotora. La profesora me dijo justo eso, que piensa más deprisa de lo que habla y se atrabanca. por a poco...