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Lilypie Kids Birthday tickers
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martes, 28 de febrero de 2012

Goe

Hace unos días el peque nos sorprendió una vez más con sus ocurrencias y su imaginación. Íbamos a comer y se sentó a la mesa con un tfno de juguete que imita a una BB y dice: "voy a llamar a Goe a ver si le apetece dar un paseo cuando vayamos después de comer". Cuando le preguntamos si le contestaba, nos dijo que sí, nos informó que cuando no le vemos, anda a dos patas y habla como nosotros y él puede llamarle por tfno, impresionante, ¿verdad?

Goe es el perro de mis padres, se incorporó a la familia como el perro de mi hermano para tenerlo en la nave de mis padres, un puente de diciembre de hace 11 años, era tan chiquito que cabía en la palma de mi mano y lo metimos en casa de contrabando, mi madre no quería ni oir hablar de perros. En cuanto pasó el puente nos obligó a llevarlo a la nace y allí lo cuidamos y alimentamos a biberón mi hermano yo. Desde entonces mi miedo a los perros desapareció.

Algunos años más tarde, cuando mis padres cerraron la tienda del centro y abrieron una más grande al lado de la nave y mi madre fue a diario allí, empezó a encariñarse con el animalito, a llevarle pan con los restos de salsa de la comida, a enseñarle a dar la patita ... en una palabra, dejó de ser el perro de mi hermano y pasó a ser el perro de mis padres.

En una época un poco dura en la que mi madre tuvo un repunte de su depresión, Goe fue el que más la supo ayudar, con su compañía, con su cariño, obligándola a salir a dar un paseo con él. Cuando mi hermano tuvo el accidente se convirtió en la sombra de mi padre, no lo dejaba sólo ni un momento.

Siempre ha tenido mal carácter, no le gusta que le toquen los extraños, pero que no se nos ocurra a alguno de "los de casa" no darle una caricia cuando llegas, que él se encarga de conseguirla, te sigue, te lame, salta a tu alrededor...

Cuando se puso malito y el veterianrio nos preparó para lo peor, temímos por mi madre, ¿sería capaz de superar su pérdida? afortunadamente todo salió bien y  mi hijo puede disfrutar de él.

De hecho, Goe ha sido el primero en enterarse de mis dos embarazos, antes de saberlo yo incluso. En el primero fue especialmente significativo su comportamiento para conmigo, siempre me recibía subiéndose a mis hombros y chupándome la cara, pero de repente un día no lo hizo, sino que se acercó despacio a mí y frotó su lomo contra mi pierna, suavemente...¡nos extrañó tanto! él ya sabía que tenía que cuidarme, que no podía subirse a mí.

Mi madre estaba muy preocupada con la llegada del bebé, porque Goe siempre ha odiado a los niños, cuando venía alguno a la tienda había que encerrarlo en la oficina, se ponía muy nervioso con su presencia y claro, mi madre iba a ocuparse del pequeñín por las tardes. Nos dijeron que fuéramos acostumbrándole a su olor, así que mi madre fue llevándo algún pañal y dejándolo cerca de su mantita.

Se me ocurrió una forma de probar su reacción, una tarde, cambíe al niño de pañal y de ropa y lo dejé en casa con su papi, la ropa y el pañal lo metí en el carrito y me fui a la tienda. Allí mis padres, mi hermano y yo nos comportamos como si realmente el niño estuviera en el cochecito...una vez más Goe nos sorprendió, no saltó, ni ladró ni hizo ningún movimiento brusco, olisqueó las ruedas del carrito, dió un par de vueltas alrededor y se tumbó de tal manera que si movíamos el carrito él se enterara.

Desde entonces ha sido su guardián, que nadie entrara y lo despertara de la siesta, que no se le ocurriera a mi madre dejar sólo niño, iba detrás de ella ladrando, como diciendo "¡¡que has dejado al niño!!" cuando mi peque empezó a andar en el taca-taca el pobre animalito huía de él, ¡pobre! mi hijo trataba a toda costa de alcanzarle, le  atropellaba y le pillaba las patas. Pero el perro jamás le hizo nada. A la hora de la merienda, ya puede tardar mi hijo una hora en merendar y estar con el pan a su alcance, el animalito se conforma con las miguitas que caen al suelo. El niño lo considera SU perro, pero vive con los abuelos, porque en casa no cabe :-) Así que cómo no van a hablar por tfno los dos!!

Como veis es uno más de la familia, como dice mi madre sólo le falta hablar. ¿A que es guapo?

4 comentarios :

migremlinnomecome dijo...

Pobre perro... a mí el Gremlin me ha pillado en verano los pies en chanclas y es de lo más doloroso y grimoso del mundo... Mi solidaridad con él!

Natalia dijo...

¡Qué entrada más emocionante! Por eso amo a los perros, especialmente a los míos.

Mi Goyo estuvo tres días sin comer tendido en la cama junto a Pedro una vez que estuvo con rotavirus. El día en que Pedro se sentó para aceptar comer algo, el perro corrió a la cocina y comió.

No hay mejor compañero en la vida que un perro. Y qué suerte tiene tu hijo de tener un amigo tan lindo para hablar por teléfono!

Un abrazo!

mama de parrulin dijo...

Si que es guapo, si, el perro de una amiga mía cuando me embarazo también cambia de comportamiento, se sienta al lado y pone la oreja en la barriga, es muy curioso!

Chitin dijo...

Yo jamás pude imaginar que podríamos llegar a tener cada uno de nosotros una relación tan especial con un perro. Está viejito ya, ¡no quiero pensar el día que nos falte!